"Si alguien, hija mía, no hace sino una vez el Ofrecimiento de vida,
¿entiendes, hija? una sola vez, en un momento de gracia,
se encendió en su corazón el fuego de amor heroico.
¡Con esto selló toda su vida!
Su vida, aunque no piense conscientemente en ello,
ya es propiedad de los Sagrados Corazones."
"Aunque un alma haya hecho otro ofrecimiento,
este lo compendia todo y está por encima de ellos.
Esta será pues, la corona, el aderezo más precioso
y el distintivo de su nobleza espiritual en el cielo".
Mi amado Jesús: Delante de las Personas de la Santísima Trinidad, delante de Nuestra Madre del cielo y toda la Corte celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis Santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu Muerte de Cruz.
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