LA PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS ES ABORTIVA

Cardenal López Trujillo: La «píldora del día después» es abortiva
Tres países de tradición católica distribuyen este fármaco

CIUDAD DEL VATICANO, 2 abr 2001 (ZENIT.org).- En los últimos días, tres gobiernos de países de tradición católica, España, Portugal y Chile, han anunciado la decisión de distribuir la «píldora del día después» a través de la red sanitaria de esos países.

En declaraciones concedidas al semanario español «Católicos del siglo XXI», el cardenal Alfonso López Trujillo, prefecto del Consejo Pontificio para la Familia, responde a quienes han acusado a la Iglesia de emprender una cruzada contra esta decisión, confundiendo la «píldora del día después» con la así llamada RU-486. Según algunos medios informativos de esos países la «píldora del día después» es un simple anticonceptivo y no tiene carácter abortivo.

«Es muy grave que se intente confundir a la opinión pública mediante términos ambiguos -responde el purpurado colombiano. El proceso de la vida humana no comienza en la anidación del embrión en el útero materno, sino antes, en el mismo momento de su concepción. Por esto referirse a "impedir la implantación en el útero" no es sino un eufemismo que trata de disimular el aborto».

«La RU - 486 interrumpe brutalmente el desarrollo del embrión en el útero materno, o bien, si todavía no se ha implantado, le impide hacerlo -aclara López Trujillo-. Esto significa que será abortado».

«La "píldora del día después" presenta además una problemática ética añadida. Estudios científicos señalan que la alta eficacia antigestativa de esta sustancia es debida a este efecto: impide la implantación del óvulo fecundado. Aunque la certeza científica de éste efecto no sea tan evidente y clamorosa como en la RU-486, su sola consideración impone éticamente la no utilización por el peligro para la vida del nuevo ser humano aún no implantado en el útero».

«El desorden ético del empleo de la «píldora del día después» no es sólo la contracepción, sino su carácter abortivo». Y concluye: «Un hijo es una persona humana, querida por sí misma por Dios, el Creador».
La «píldora del día después» no es un anticonceptivo, es abortiva


CIUDAD DE MÉXICO, 8 abril 2001 (ZENIT.org).- El primado de la Iglesia en México, el cardenal Norberto Rivera Carrera, ha constatado que la «píldora del día después» es abortiva, y que por tanto, sus efectos morales tienen la misma gravedad que el aborto terapéutico.

Al dirigir un mensaje a los asistentes al congreso para jóvenes «Desenmascarando los nuevos abortivos», el purpurado aclaró que este fármaco no es anticonceptivo, «como afirman algunos, porque desde el momento que el óvulo es fecundado hay vida».

«Que le pregunten a la mamá más sencilla», añadió. Cualquier duda sobre lo que lleva desde las primeras horas en sus entrañas le ofendería, añadió, pues desde el primer instante de la fecundación ya se encuentra determinado el programa genético, y todo lo que se haga después para eliminarlo no es más que pura técnica abortiva.

«Tenemos que hacer conciencia en todos los profesionales de la medicina y de las farmacias para que sean testigos del valor de la vida humana, defendiendo la más débil e indefensa, como es el caso del embrión humano, víctima inocente de una cultura y de una política incapaz de sostener adecuadamente la dignidad de la persona», propuso por el contrario el purpurado.

El arzobispo de la Ciudad de México se pronunció por una verdadera educación sexual que ayude a los adolescentes a vivir la sexualidad de forma responsable y manifestó que esa es una tarea urgente.

«Es tiempo de que nuestra sociedad más allá de las propagandas engañosas del sexo libre y del sexo seguro empiece a hablar y a educar en el sexo responsable», concluyó.

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